5 razones para ver “The Twisted Tale of Amanda Knox”

Sabemos que la televisión ama el género true crime desde todos sus formatos: serie, docu serie y demás pero este 20 de agosto llega a Disney plus la nueva encarnación de una serie de ficción que consigue acercarnos al género true crime desde otra perspectiva y logra desentrañarlo desde adentro. Nos adentra al centro de la opinión pública, los medios y la justicia para entender cómo se puede fabricar la verdad sobre un caso que sacudió al mundo pero sobre todo como se puede orquestar una caricatura. 

  1. Una radiografía al sesgo

La serie escapa a todo rompecabeza de la pregunta clave que se formula este formato: el  ‘quién lo hizo’ y se centra en cómo el prejuicio colectivo es capaz de incriminar a una estudiante de 20 años y cómo todo ese sensacionalismo logra crear una ficción durante años. Si bien esta historia ya se ha contado muchas veces, creo que la anatomía de serie acompaña a la perfección esta búsqueda de ensayar sobre sesgo desde la justicia, el periodismo, la opinión pública y además desde su círculo íntimo, como todos operaron desde sus propias creencias. Todo se torna en un laboratorio de errores que crean en el espectador una impotencia arrolladora.

  1. Un guiño desde lo estético y el tono

El recurso más sorprendente es la estética y por momentos el tono, ambos inspirados en la película Amélie que funciona como la otra cara de la moneda del relato mediático y solemne, otorgándole una identidad a esa joven de 20 años que tenía toda la vida por delante, Este guiño no es solo visual, es hasta una pieza de la agencia de la protagonista porque no solo que era su película favorita sino que también era su coartada. Un artefacto cultural al que nos identificamos con facilidad y nos recuerda que había una joven inocente que todavía miraba el mundo con esa inocencia, transparencia y como lo dice la creadora de la serie, K.J Steinberg, “una forma de demostrar que todavía miraba el mundo con un toque de magia.”

  1. Una voz a los márgenes

No todo está narrado desde el punto de vista de Amanda. El show se permite dar voz a los personajes que la historia empujó hacia los márgenes como el fiscal Giuliano Mignini hasta Raffaele Sollecito, esto también nos permite entender sus motivaciones e inclinaciones pero sobre todo nos recuerda a la víctima real que fue Meredith Kercher, cuyo nombre quedó sepultado bajo titulares sensacionalistas.

  1. Una actriz en ascenso

No cualquiera puede ponerse en la piel de una mujer demonizada por la opinión pública, con un trauma que la parte en dos y, encima, con nombre y apellido reales. Grace Van Patten lo hace y sale ilesa. Pasa de ser “la de Tell Me Lies” a una revelación que se juega entera. Su Amanda es conmovedora, creíble en la transformación física y hasta con un italiano aprendido a fuerza de trabajo. Una actriz joven que logra una increíble interpretación y que logra habitar el abismo.

  1. La posverdad en carne viva

En vez de ser un caso policial más, The Twisted Tale of Amanda Knox se convierte en un fiel ejemplo de la posverdad, donde los hechos importan menos que el relato que se construye alrededor. La serie muestra cómo todo lo que ya mencioné antes como  la opinión pública, los medios y la justicia fabricaron una historia “más atractiva” que la verdad. Pero la serie sobre todo nos enfrenta con una pregunta que incomoda hasta hoy: ¿cuánto nos dejamos arrastrar por el espectáculo aun sabiendo que puede ser mentira?

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